1.2 Causas psicológicas/emocionales
El dolor de cuello puede originarse también de nuestra psique. Aquí otra vez nuestra musculatura tiene un papel muy importante.
Pensamientos llevan a emociones, emociones a movimientos conscientes o inconscientes y moviemientos provienen de actividad muscular.
Por consiguiente, la musculatura es una clase de reflejo de los pensamientos y emociones.
Sea consciente de que la actividad muscular no sólo es necesaria para, por ejemplo, subir una escalera, sino también para mover sus ojos, para hablar, digerir, bombear la sangre por los vasos, respirar, etc.
Observe….
- qué pasa con su estómago cuando siente mucha rabia.
- cómo respira cuando tiene miedo.
- qué pasa con el latido cardíaco cuando está emocionado.
- cómo se contraen sus brazos y manos cuando está peleándose.
- cómo se contrae la región hombros-nuca cuando tiene mucho estrés.
El estrés normalmente lleva a un estado de alerta más elevado del cuerpo. Activa una parte del sistema nervioso (parte simpático), que conduce, además del aumento de la frecuencia cardiaca y de la reducción de salivación, también al aumento del tono muscular.
Si disponemos de suficientes posibilidades para superar el estrés con un esfuerzo moderado, podemos hablar de «estrés positivo». No obstante, estrés puede llegar a adquirir rápidamente una calidad negativa.
En el caso de muchas personas, el estrés negativo causa dolor en el cuello.
Se genera cuando uno no está a la altura de una condición (de vida), las posibilidades de actuar no llevan a ninguna solución de la situación y cuando uno se siente desbordado.
No importa si se trata de problemas económicos, condiciones difíciles de trabajo, problemas de pareja o contiendas familiares.
La situación, el problema mismo, se vuelve del reto a la sobreexigencia.