Músculo iliopsoas: Autotratar dolor y puntos gatillo

El músculo iliopsoas es uno de los flexores de la cadera y puede causar dolor en la parte anterior y superior del muslo, tanto que en la porción inferior de la espalda.

Esta clase de dolor se presenta normalmente cuando el músculo se carga de más o de menos.

El resultado son acortamientos, tensiones y puntos gatillo que pueden llevar a dolor.

Con un automasaje es posible de alargar y mantener suave el músculo, además de eliminar sus puntos gatillo.

Aquí llegará a saber cómo lo logrará.

Además, le explicaré en qué regiones el músculo puede causar dolores, dónde se ubica, cuáles funciones tiene y de qué manera posiblemente se ha sobrecargado.

1. Zonas de dolor y limitaciones de movilidad

1.1 Zonas de dolor

Puntos gatillo en el iliopsoas son localmente dolorosos y sensibles a la presión.

Además, pueden irradiar dolor tanto a la parte anterior y superior del muslo, como en las áreas torácica y lumbar de la columna vertebral (porción central e inferior de la espalda).

Puntos gatillo y sus zonas de dolor

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1.2 Limitaciones de movilidad

Tensiones y puntos gatillo llevan a menudo al hecho que el músculo no se puede alargar o estirar correctamente.

En este caso significa que usted posiblemente tiene problemas y dolor estirando la cadera.

Pararse de una silla o de un sillón bajo se vuelve “difícil” o doloroso y cuando está de pie o camina, lo hace con el tronco y las rodillas (ligeramente) inclinados hacia adelante.

De tal manera mantiene una flexión ligera de la cadera y evita el estiramiento del iliopsoas, lo que podría conllevar dolor.

2. Origen, inserción e inervación

El iliopsoas consiste en al menos de dos, a veces tres porciones.

El psoas mayor, el psoas menor y el ilíaco.

En su conjunto estos músculos forman el iliopsoas.

Las características anatómicas exactas son relativamente complicadas y para usted no tienen relevancia.

Es suficiente saber que el músculo se extiende desde las vértebras torácicas, las vértebras lumbares, de los discos intervertebrales respectivos y de la fosa ilíaca anterior hasta la porción interior y superior del fémur.

3. Función

La función del músculo consiste principalmente en la flexión de la cadera.

Además, apoya ligeramente a la rotación externa de la cadera y a la extensión de la columna lumbar, es decir a la extensión de la porción inferior de la espalda (sin imagen).

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Flexión de la cadera

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Rotación externa y flexión

4. Sobrecarga y formación de puntos gatillo en el músculo iliopsoas

Tensiones y puntos gatillo en el iliopsoas se forman sobre todo cuando el músculo se mantiene en una posición acortada, cuando se extiende o estira demasiado rápido o cuando se sobrecarga permanentemente.

4.1 Posición acortada permanente

Se trata de casi todas las posiciones sentadas, porque la cadera se encuentra muy flexionada, a menudo más de 90°.

Quisiera mencionar aquí en particular el trabajo en el escritorio o manejar, porque frecuentemente pasamos horas en esto.

Sin actividades de compensación – por ejemplo estiramiento –, las fibras del músculo se encuentran constantemente acortadas.

La consecuencia es un acortamiento del iliopsoas y la posible formación de puntos gatillo en el mismo.

4.2 Estiramiento/extensión demasiado rápido del músculo

Si un músculo se estira/extiende demasiado rápido, eso puede llevar a puntos gatillo en él.

En particular si el músculo estaba en posición acortada de manera prolongada justo antes.

Eso significa, que sobre todo levantarse de posición en cuclillas, de un sillón o bajarse del coche puede volverse problemático.

Por eso, mi consejo para usted:

  • Evite quedarse mucho tiempo en estas posiciones y vuelva a la posición parada siempre muy lentamente.
  • Además, interrupciones cortas, a fin de moverse un poco, pueden proporcionar maravillas.

4.3 Sobrecarga permanente

Una sobrecarga permanente encontramos sobre todo en actividades deportivas que requieren una flexión rápida y fuerte de la cadera, o una flexión constante de ella.

Aquí unos ejemplos:

  • Ir en bicicleta con pedales automáticos que se enganchan a zapatillas específicas para ciclismo. ¡Los movimientos que consisten en jalar pueden causar problemas!
  • Montañismo
  • Patadas a nivel alto en las artes marciales
  • Entrenamiento de sprint

5. Palpación del iliopsoas

No resulta fácil palpar el iliopsoas. Razón por la cual se recomienda tomarse su tiempo, y en caso de dificultades puede pedirle ayuda a su fisioterapeuta.

Vamos a empezar con el psoas mayor y seguir con el ilíaco.

No trataré el psoas menor, ya que de todas maneras se palpa junto con el psoas mayor. Es difícil distinguirlo del psoas mayor, aparte que no existe en el 40% de los individuos.

5.1 Palpación del psoas mayor

Acuéstese en el suelo y flexione las piernas, pies en el suelo.

Ahora deje caer las piernas a aquel lado que no quiere trabajar. O sea, si quiere examinar el psoas mayor derecho, coloque las rodillas en el lado izquierdo.

De tal manera, los órganos de la porción inferior del abdomen se deslizan ligeramente al lado y permiten palpar el psoas mayor.

  • Coloque los dedos directamente al lado del ombligo y contraiga el abdomen.
  • Lo logrará ejerciendo un abdominal o levantando ligeramente la cabeza del suelo.
  • Ahora pase los dedos aproximadamente 2 cm al lado y relaje el vientre.
  • Ahora oprima muy lento y con mucho cuidado en el área del abdomen, lo más profundo que sea posible para usted – unos centímetros. ¡Aquí es muy importante de NO proceder de manera violenta!
  • Llegando al punto más profundo, vuelva a pasar los dedos 2 cm hacia el interior. Ahora se encuentra en el área del psoas mayor.

Que tan fácil le resultará palpar el músculo, depende de su rigidez. Cuanto más rígido, tanto más fácil será.

Sin embargo, si el psoas es muy rígido, le puede causar dolores indescriptibles al sólo tocarlo.

En este caso, sabrá que requiere de su atención. Si sigue con dudas, puede, como ya lo he mencionado, pedir ayuda con un terapeuta.

En cambio, si el psoas no es muy rígido, sino, al contrario, relajado, tendrá que contraerlo para poder percibirlo.

  • A fin de esto, simplemente flexione la cadera, es decir moverá las rodillas hacia el pecho.
  • Será suficiente con un movimiento ligero. Con cada movimiento de la cadera sentirá un músculo contrayéndose con cada flexión debajo de sus dedos.

5.2 Palpación del ilíaco

Aquí procederá casi de la misma manera que en el ejemplo más arriba.

  • Acuéstese en el suelo, deje caer las piernas de un lado y coloque los dedos directamente al lado del ombligo.
  • Ahora mueva los dedos un poco hacia el lado y hacia abajo hasta que encuentre la cresta ilíaca. Se trata de la parte del hueso de la pelvis que sobresale y que se puede palpar fácilmente.
  • De ahí puede alcanzar el ilíaco que se halla en la parte anterior del hueso ilíaco.

6. Automasaje del iliopsoas

Se recomienda o movimientos de masaje precisos o la técnica de presión-movimiento.

En los dos casos hay que palpar en primer momento el músculo según la descripción más arriba.

6.1 Movimientos de masaje lineales precisos

  • Palpe el músculo buscando por puntos dolorosos.
  • En cuanto encuentre uno, mueva los dedos desde justo antes hasta justo después de él.
  • Dependiendo del grado del dolor, masajéelo muy lentamente 5 a 15 veces. Proceda de tal manera con el músculo entero.
  • Asegúrese con pequeñas contracciones que siempre esté en el músculo.

6.2 Técnica de presión-movimiento

  • Palpe el músculo y, paso seguido, flexione y estire la cadera varias veces. Haciendo esto, párese en las secciones de movimientos las más dolorosas.
  • Por supuesto debería de percibir siempre el músculo debajo de los dedos
  • Los puntos gatillo más dolorosos en el iliopsoas se encuentran normalmente al lado del ombligo y al lado y encima de la cresta ilíaca – véase puntos X1 y X2 en la imagen que representa el músculo.

Bibliografía

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  • Davies, Clair, and Davies, Amber. The Trigger Point Workbook: Your Self-Treatment Guide For Pain Relief. Oakland: New Harbinger Publications, Inc., Print
  • Simons, David G., Lois S. Simons, and Janet G. Travell. Travell & Simons’ Myofascial Pain and Dysfunction: The Trigger Point Manual. The Lower Extremities. Baltimore, MD: Williams & Wilkins, 1993. Print.
  • Schünke, Michael., Schulte, Erik, and Schumacher, Udo. Prometheus: Lernatlas der Anatomie. Stuttgart/New York: Georg Thieme Verlag, 2007. Print